40.000 hectáreas de tierras ubicadas en una región donde el indio era amo y señor y que luego conformaría lo que hoy es la parte sur del partido de Bolívar pertenecieron originariamente a Eduardo Madero. En sus esquineros de hierro se lucen aún las iniciales EM correspondiente a Eduardo Madero. Éstas tierras son conocidas en la actualidad como las estancias “Cume-Có”, La Celina, San Ignacio y Epu-Lauquen.
Producida la división de tierras, “Cume-Có”, pasa a formar parte del núcleo de Establecimientos agrícolas-ganaderos de verdadera jerarquía dentro del Partido.
Sus 3.600 hectáreas fueron científicamente trabajadas y sistemáticamente distribuidas para las diferentes actividades a que estaban destinadas. Se usaban cerca de 600 hectáreas para semilla de multiplicación “Massaux”, pastoreos, etc., 300 hectáreas forestales, aumentándose progresivamente cada año en 10 hectáreas, cuya finalidad era evitar la erosión de los suelos.
“Cume-Có”, mostraba su fuerte en la producción de sus tambos, poblados de haciendas Holando Argentina, de reconocida bondad en su calidad, como lo demuestra el hecho de haber obtenido en la Exposición Rural Argentina el título de Gran Campeón 1956 su toro “Cume-Có” 053. Más tarde la cabaña fue modernizada por el método de inseminación artificial y estuvo bajo la dirección del señor Domingo Troncoso. Constaba de 1.400 vacunos hembras, 16 toros de pedigrí, 2 importados y 14 puros por cruza.
Cume-Có, explotó la apicultura profusamente y su miel de altísima calidad, se debía al cuidado extremo de las abejas de sus 360 colmenas, de donde se extraían unos treinta mil kilogramos anualmente, que en cascos de 300 kilos cada uno se destinaban a la exportación. Sus instalaciones estaban atendidas por el apicultor señor Jorge R. Montenegro, de reconocida aptitud profesional, como lo demuestra el hecho de haber inventado un tanque para desopercular y otros enseres propios de este trabajo.
El área agrícola del establecimiento estaba bajo el cuidado del agrónomo señor L. Erdmann, quien mantenía una constante vigilancia sobre la tierra, equilibrando sus sembradíos. El agrónomo señor Jorge Rivadaneira, controlaba y verificaba todo lo inherente al nacimiento, desarrollo, condiciones físicas, leche y genealogía de los vacunos de “Cume-Có”, formando con los anteriores, un grupo de personal de reconocida capacidad. El mayordomo general era el Sr. Alfredo Mc Donougth quién tenía a su cargo la dirección de todo el establecimiento.
“Cume-Có”, posee instalaciones rurales y edilicias de verdadero valor, como el casco de la Estancia, a una legua del pueblo. El casco fundador, era una típica casa criolla, en forma de H, pintada a la cal que don Ignacio reemplazó por otra, más lujosa, de estilo normando. La casa, hermoso chalet, se levanta en medio de un parque de frondosos y añosos árboles, cuidados con esmero.
Las instalaciones son todas construidas con madera de la Estancia.
Su cochera, exhibía una línea completa de hermosos vehículos tracción a sangre, cuidados al extremo, donde se podían apreciar, los Doc-Spaire, los Doc-Curd da caza, los Victorias de Luxe, los Arañas con llantas de caucho, los Duk minúsculos, todos con su atalaje apropiado mantenidos en vitrinas y caballetes adecuados al fin.
Hoy es propiedad de la Institución religiosa Opus Dei quienes la recibieron en donación de Josefina “Toti” Pirovano de Mihura como heredera del Dr. Ignacio Pirovano.